En nuestra vida diaria generamos una gran cantidad de basura doméstica que depositamos (o deberíamos depositar) en los contenedores marrón, azul, amarillo y verde.
Pero además, también generamos una gran cantidad de chatarra electrónica como consecuencia de la constante renovación tecnológica y de la obsolescencia programada que rodea a los dispositivos electrónicos que usamos habitualmente.
Y aunque tendemos a reducir nuestra idea de desechos electrónicos a teléfonos móviles, tabletas y ordenadores portátiles, lo cierto es que hay otros muchos objetos que pasamos por alto y que también forman parte de estos residuos. Conocerlos ayuda a evitar que terminen en la basura general y permite tratarlos de forma responsable.
Por ello, en este artículo te mostramos cinco ejemplos prácticos y comunes de chatarra electrónica que muchas personas no consideran como tal y, como consecuencia de ello, no los reciclan adecuadamente, aumentando el volumen de este tipo de basura. Toma nota si quieres contribuir a una buena gestión de la chatarra tecnológica en Madrid.
Estos cinco objetos también son chatarra electrónica
1.- Cargadores, cables y adaptadores obsoletos
Cada vez que cambias de móvil, tablet o equipo informático, probablemente sustituyas también el cargador. Aunque aún funcionen, los cargadores y cables antiguos pasan a formar parte de la basura tecnológica ya que pueden contener cobre, estaño y plásticos con retardantes de llama. Estos componentes no se reciclan si se tiran con la basura corriente. En su lugar, deben llevarse a puntos limpios o empresas con recogida específica como la nuestra, donde se recuperan los metales y se evitan contaminantes.
2.- Auriculares inalámbricos o wearables viejos
Los auriculares inalámbricos, pulseras de actividad o relojes inteligentes también tienen baterías diminutas y circuitos con metales y plásticos difíciles de desmontar. Para desecharlos es fundamental considerarlos como lo que son: chatarra electrónica, ya que de no hacerlo así generarán residuos de alto impacto en el entorno. Aunque sean pequeños, contienen litio y metales estratégicos que se pueden reciclar.
3.- Pilas y baterías recargables
Aunque no sean aparatos al uso, las pilas recargables y las baterías de dispositivos como cámaras o aires portátiles son parte de la chatarra electrónica. Contienen metales pesados como níquel, cadmio o litio que pueden contaminar suelos y aguas si se desechan mal. Una sola pila puede afectar cientos de miles de litros de agua. Por eso deben depositarse en puntos verdes o sistemas de recogida municipal.
4.- Electrodomésticos pequeños con componentes digitales
Objetos como cafeteras programables, microondas inteligentes, básculas conectadas o secadores con placa electrónica también genera este tipo de basura electrónica. Cuando dejan de funcionar, muchas personas los tiran a la basura sin considerar que contienen circuitos, motores o placas que requieren tratamiento específico. Estos residuos combinan plásticos, metales y toxinas potenciales como retardantes de llama.
5.- Dispositivos obsoletos de informática y telecomunicaciones menores
Teléfonos móviles antiguos, cámaras compactas, impresoras pequeñas, routers y GPS , incluso si ya no se usan, acumulan RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos). Estos aparatos contienen valiosos materiales como oro, plata y cobre, además de sustancias peligrosas como plomo o cadmio. Por ello es clave entregarlos en puntos de recogida oficial para reciclaje.
Conclusión
Aunque no lo parezca, muchos objetos cotidianos generan chatarra electrónica si no los gestionas bien: desde un cable olvidado hasta unos auriculares viejos. Cuando esos elementos acaban mal depositados, liberan toxinas y contaminan el medioambiente.
De hecho, en España se genera aproximadamente entre 17 y 20 kg de residuos electrónicos por persona al año, pero solo una fracción se recicla correctamente. Con gestos como llevar estos objetos a puntos limpios o venderlos a empresas que compran basura electrónica para su reciclaje y tratamiento como Álvarez San Miguel, no solo se recuperan materiales útiles, sino que se evita contribuir a la contaminación por chatarra tecnológica.
La próxima vez que hagas limpieza en casa, revisa estos cinco tipos de objetos y sepáralos del contenedor común y traénoslos.