Además de la favorable concienciación social que existe en estos momentos, si hay otra cosa buena que está ocurriendo en el ámbito del reciclaje y la gestión de residuos es que la tecnología juega a nuestro favor. Hoy se pueden optimizar muchos procesos y utilizar maquinaria y herramientas que facilitan nuestro trabajo en este sector.
Una de esas herramientas son los biomarcadores, unas moléculas que resultan de gran ayuda en los procesos de monitorización, evaluación y segregación de residuos. ¿Quieres saber cómo? A continuación te explicamos qué son los biomarcadores, qué papel juegan en el ámbito de la gestión de residuos y qué beneficios tiene su uso.
¿Qué son los biomarcadores?
Los biomarcadores son herramientas biológicas que permiten monitorizar, identificar y evaluar la presencia de compuestos químicos, microorganismos u otras sustancias específicas en los residuos que se pretenden reciclar.
Un biomarcador puede ser una molécula, un gen o un conjunto de estructuras biológicas que proporcionan información sobre los efectos de ciertos componentes nocivos de los residuos en el medioambiente o en la salud humana. Por eso, juegan un papel clave en la identificación temprana de potenciales problemas medioambientales como la contaminación por metales pesados o la presencia de compuestos tóxicos en un vertido.
¿Qué hacen exactamente?
Como decíamos, el actual uso de biomarcadores está facilitando mucho los procesos de reciclaje ya sea por su aportación a la hora de tomar decisiones o ya sea por la agilización de muchas fases de esos procesos. Veamos algunas funciones concretas de estas herramientas:
1.- Identifican y clasifican la presencia de materia contaminante
La función principal de los biomarcadores es proporcionar una medición precisa y rápida de las condiciones biológicas y químicas de los residuos. Dicho de otra forma, los biomarcadores permiten identificar sustancias contaminantes en los desechos, proporcionando información sobre su origen y sus consecuencias ambientales para que así, las empresas que nos dedicamos a la gestión de residuos, podamos tomar decisiones acertadas como, por ejemplo, elegir la mejor forma de tratar esos residuos concretos.
2.- Evalúan la situación de vertederos y plantas de reciclaje
Los biomarcadores también son clave para evaluar la situación y el impacto ambiental de vertederos, plantas de tratamiento de residuos y otras instalaciones de gestión de desechos, proporcionando información crítica para la mejora de las políticas y regulaciones.
3.- Agilizan la fase de segregación de residuos
Además, los biomarcadores pueden desempeñar un papel crucial en la optimización de la segregación de materiales. Por ejemplo, mediante el uso de biomarcadores se pueden identificar materiales biodegradables que podrían ser tratados mediante compostaje o digestión anaeróbica, mientras que los materiales no biodegradables podrían ser dirigidos hacia procesos de reciclaje mecánico o químico. Este tipo de segregación eficiente reduce la contaminación cruzada entre materiales, lo que mejora la calidad de los productos reciclados y hace que los procesos sean más sostenibles.
4.- Contribuyen a la planificación a largo plazo
El uso de biomarcadores también ofrece beneficios a medio-largo plazo al permitir una mejor evaluación de los riesgos asociados a la exposición a residuos peligrosos. Los datos proporcionados por estos marcadores pueden ayudar a las autoridades ambientales y a las empresas de gestión de residuos a diseñar estrategias más efectivas para minimizar el impacto de los residuos en el medio ambiente y la salud pública.
En definitiva, los biomarcadores son unas herramientas tan prácticas como novedosas que resultan de gran ayuda en la industria del reciclaje al mejorar la eficacia de los procesos, agilizar la trazabilidad de materiales e identificar componentes contaminantes. Sin duda, unos aliados que nos hacen el trabajo mucho más fácil a todo el equipo de Álvarez San Miguel.