Cuando se inicia un proceso de desmantelamiento industrial orientado a vaciar el espacio en el que hasta entonces se desarrollaba una actividad productiva, se intenta aprovechar la mayor cantidad de materiales y desechos posibles. Y no solo para reducir los residuos resultantes de este proceso, sino también para sacar partido de la venta de material, estructuras o incluso maquinaria que puede recibir una segunda vida.
Pero, ¿qué suele ser lo más aprovechable de un desmantelamiento industrial como los que realizamos en Álvarez San Miguel?
El desmantelamiento industrial es un proceso complejo del que ya te hemos hablado en varias ocasiones al contar con un equipo especializado en prestar este servicio. Básicamente, un desmantelamiento industrial consiste en desmontar y retirar equipos, estructuras y componentes de una instalación industrial, como puede ser una fábrica o un centro de producción.
¿Qué se aprovecha en un desmantelamiento industrial?
Este proceso es fundamental para vaciar el espacio, ya sea por cese de actividad o venta del inmueble. Pero también es importante para la reutilización de recursos y la reducción de residuos. Durante el desmantelamiento, se identifican y clasifican diversos materiales y equipos con el objetivo de recuperar, reutilizar o reciclar aquello que aún tenga valor o utilidad como:
1.- Metales ferrosos y no ferrosos:
Entre los materiales más comúnmente recuperables en un proceso de desmantelamiento industrial se encuentran los metales, tanto ferrosos como no ferrosos. Los metales como el acero, el hierro y el aluminio son altamente reciclables y, por su gran demanda en la industria, pueden ser vendidos y reutilizarse en nuevos procesos de manufactura. El cobre, presente en instalaciones eléctricas y tuberías, también tiene un alto valor de recuperación. De hecho, la extracción y reutilización de estos metales no solo genera ingresos, sino que contribuye a reducir la demanda de materias primas vírgenes, disminuyendo así el impacto ambiental.
2.- Equipos y la maquinaria en buen estado:
Dependiendo de su antigüedad, tecnología y nivel de desgaste, muchos equipos industriales instalados en el lugar que se va a desmantelar pueden ser reciclados, reacondicionados y vendidos a empresas que requieran estos sistemas. Máquinas industriales, compresores, generadores, motores eléctricos y paneles de control son ejemplos de elementos que, si se encuentran en condiciones óptimas, pueden tener un segundo ciclo de vida. En algunos casos, estos equipos se exportan a países con menor desarrollo industrial donde aún tienen utilidad.
3.- Elementos y materiales estructurales:
Vigas, conductos, estantes y paneles de ciertos materiales se pueden desmontar y reutilizar en otras construcciones. Igualmente, elementos como cables eléctricos, sistemas de tuberías y componentes de sistemas de ventilación y calefacción suelen poder recuperarse si están en buenas condiciones para su venta y su reutilización directa, o bien transformándolos en otros procesos productivos.
4.- Aceites industriales:
Elementos como aceites, químicos y otros materiales similares deben tratarse adecuadamente para evitar daños ambientales. Sin embargo, algunos de ellos también pueden ser procesados y reciclados de forma segura por empresas especializadas.
5.- Chatarra electrónica:
En cuanto a los materiales electrónicos, ciertos componentes como equipos electrónicos de control, placas de circuitos o baterías pueden recuperarse para extraer metales preciosos y elementos químicos.
Como ves, tras un proceso de desmantelamiento industrial, si este ha sido llevado a cabo por una empresa profesional, se pueden aprovechar y reutilizar muchos materiales. Una forma de reducir el impacto medioambiental y de evitar el uso de nuevos materias primas.
¿Necesitas una empresa especializada en este servicio? Pues en Álvarez San Miguel podemos ayudarte, ¡llámanos!