En noviembre de 2020, el Gobierno de España aprobó el Plan de Descarbonización 2050 que, aunque tiene sus principales metas fijadas en el año que da nombre a este programa de acciones, cuenta con una meta volante en 2030.
Y como el cumplimiento de los objetivos de este plan es algo que nos afecta a todos, aunque más especialmente a las empresas que como la nuestra se dedican a la gestión de residuos, hoy nos gustaría recordar en qué consiste este plan y los diferentes objetivos que tiene que alcanzar en el año 2030 y, finalmente en el 2050. ¡Comenzamos!
¿Qué es el Plan de Descarbonización 2050?
El Plan de Descarbonización 2050 de la Unión Europea (UE) es una estrategia integral que busca transformar la economía europea hacia la neutralidad climática para el año 2050.
Este objetivo implica reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) a cero, equilibrando las emisiones producidas con las que se eliminan o absorben, principalmente, a través de sumideros de carbono como bosques y suelos.
Esta iniciativa es el núcleo del Pacto Verde Europeo, adoptado en diciembre de 2019 y aprobado en España en 2020, que establece una hoja de ruta para dotar a la UE de una economía sostenible y climáticamente neutra.
¿En cuántas fases se estructura este plan?
El Plan de Descarbonización 2050 se estructura en varias fases clave para garantizar una transición ordenada y efectiva:
1.- FASE 1 – Objetivo 2030: Como hito intermedio, la UE se ha comprometido a reducir sus emisiones de GEI en, al menos, un 55 % para 2030, en comparación con los niveles de 1990. Este objetivo está legalmente vinculado a la Ley Europea del Clima, adoptada en junio de 2021, que también establece el marco para alcanzar la neutralidad climática en 2050.
2.- FASE 2 – Transición 2030-2050: Durante este período, se intensificarán las acciones para descarbonizar sectores clave como la energía, el transporte, la industria y la agricultura. Se promoverá la innovación tecnológica, la eficiencia energética y el uso de energías renovables para sustituir los combustibles fósiles.
3.- FASE 3 – Neutralidad Climática en 2050: Para mediados de siglo, la UE aspira a lograr un equilibrio total entre las emisiones generadas y las absorbidas, alcanzando así la neutralidad climática. Esto requerirá no solo la reducción drástica de emisiones, sino también el fortalecimiento de los sumideros de carbono y la implementación de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono.
Objetivos principales del Plan de Descarbonización 2050
- Reducción de emisiones GEI: Disminuir las emisiones de GEI en, al menos, un 55 % para 2030 (lo que supondría pasar a un 90 % menos de emisiones de GEI respecto a las que había en 1990) y alcanzar cero emisiones netas para 2050.
- Reducción de emisiones CO2: El objetivo, aunque con meta volante en 2030, es llegar al año 2050 con un 90 % de emisiones menos, lo que supondría pasar de 334 millones de toneladas en 2018 a un máximo de 29 toneladas en 2050.
- Energías renovables: Incrementar significativamente la proporción de energías renovables en el mix energético europeo, promoviendo fuentes como la solar, eólica, hidroeléctrica y biomasa. En el año 2030, el 42 % del consumo energético final debe provenir de fuentes renovables.
- Eficiencia energética: Mejorar la eficiencia energética en todos los sectores, reduciendo el consumo de energía y optimizando los procesos industriales y domésticos. El objetivo del Plan de Descarbonización 2050 es que en el año 2030, la eficiencia energética de hogares y empresas haya mejorado en un 39,5 %.
- Movilidad sostenible: Fomentar el uso de medios de transporte con bajas o nulas emisiones, como vehículos eléctricos, y mejorar la infraestructura para facilitar su adopción.
- Economía circular: Promover modelos de producción y consumo que prioricen la reutilización, reparación y reciclaje de productos, minimizando los residuos y el uso de recursos naturales.
Nuestro papel
En este contexto, la labor de empresas como Álvarez San Miguel es clave, especialmente algunos de nuestros servicios como los relacionados con el reciclaje de chatarra electrónica o el reciclaje de baterías de coche. Con el aumento previsto de vehículos eléctricos como parte de la estrategia de movilidad sostenible, la gestión adecuada de las baterías al final de su vida útil es esencial. El reciclaje eficiente de estas baterías no solo recupera materiales valiosos, reduciendo la necesidad de extraer nuevos recursos, sino que también minimiza el impacto ambiental asociado a su desecho.
Además, una economía circular en torno a las baterías contribuye a la seguridad del suministro de materiales críticos y apoya la competitividad industrial de la UE en el mercado global.
En definitiva, el Plan de Descarbonización 2050 de la Unión Europea es una estrategia ambiciosa que busca transformar la economía europea hacia la sostenibilidad y la neutralidad climática. A través de objetivos claros y fases definidas, la UE se posiciona como líder global en la lucha contra el cambio climático, promoviendo simultáneamente el crecimiento económico, la innovación y la protección del entorno.