Lo más probable es que nunca te hayas parado a pensar si un desguace y una chatarrería hacen referencia al mismo tipo de negocio. Y en el caso de hacerlo, seguro que has dado por hecho que el desguace se centra en la gestión y venta de piezas de vehículos mientras que la chatarrería lo hace de piezas y restos de todo tipo de máquinas y estructuras, ¿verdad?
Pues aunque la idea es más o menos correcta, hoy te vamos a proporcionar una definición más exacta de ambas instalaciones para que conozcas sus diferencias. ¿Te gustaría saber por qué Álvarez San Miguel es una chatarrería de referencia y no un desguace?
¿Qué es una chatarrería?
Una chatarrería es una instalación en la que se compra, almacena, clasifica, recicla y vende chatarra. Dicho de otra forma, en ella se valoran los residuos ferrosos y no ferrosos que, posteriormente, se tratarán para recibir nuevas aplicaciones.
Lo habitual es encontrar restos de todo tipo de estructuras y de maquinaria, tanto de maquinaria pesada industrial como de electrodomésticos obsoletos, restos de obras de construcción…
Como imaginarás, el oficio de chatarrero ha evolucionado mucho con los años y, desde hace un tiempo, su trabajo ha dado el paso hacia la gestión autorizada de residuos, lo que implica contar con unas determinadas instalaciones y poner en práctica unos determinados protocolos que permiten realizar una correcta gestión de residuos. Esto es lo que hacemos en nuestra empresa, una chatarrería autorizada por la CAM para la recogida, compra, tratamiento, clasificación y venta de chatarra en nuestras instalaciones.
En una chatarrería no encontrarás nunca coches viejos porque todos los que pesen más de 3.500 kg deben ir a parar a un desguace, como te contaremos a continuación.
¿Qué es un desguace?
Hoy, los desguaces reciben el nombre de Centros Autorizados de Tratamientos de Vehículos, lo que seguro te permite hacerte una idea acertada de la actividad que tiene lugar en estas instalaciones. Efectivamente, cuando un coche se declara inservible, porque se termina su ciclo de vida, porque se estropea sin arreglo o porque ha sufrido un accidente, hay que tramitar su baja e, inmediatamente después, llevarlo a un desguace.
El objetivo de este procedimiento es que se realice una adecuada gestión de los restos de un vehículo, unos residuos que pueden ser peligrosos si se abandonan en la naturaleza. Además, al llevarlos a un desguace, las piezas que están en buen estado servirán para otros vehículos.
Por lo tanto, aquí no se clasifica ni se vende chatarra, sino que se almacenan coches viejos para vender piezas de segunda mano que servirán para arreglar otros coches. Que todo vehículos de más de 3.500 kg debe ser depositado en un desguace es una cuestión legal para que se haga un correcto reciclado y tratamiento de los residuos que generan los coches.
¿Y qué pasa con las baterías de automoción?
Nunca podrás llevar un vehículo viejo a una chatarrería, sino que tienes que llevarlo a un centro autorizado para tal fin, es decir, a un desguace. Solo podrás llevar a la chatarrería su batería en mal estado, una pieza que sí puedes vender a nuestra empresa al estar autorizada para el tratamiento y reciclado de este residuo peligroso.
En nuestra chatarrería en Madrid podrás dejar este componente de tu coche viejo y otros materiales que pertenezcan a piezas, estructuras y partes de maquinaria variada, sean residuos férricos o no férricos, peligrosos o no. Contamos con las todas autorizaciones de la CAM para gestionar residuos siguiendo el tratamiento exigido por ley. Consúltanos si quieres más información sobre qué tipo de materiales vendemos y compramos.