Reciclar zinc es una gran alternativa sostenible. Este metal puede reciclarse al 100% lo que lo convierte en una muy buena opción.
En Álvarez San Miguel, una de nuestras competencias es la compra de metales no ferrosos, como es el caso del zinc.
Hace unos post te explicamos que el zinc presente en tu casa podía reciclarse. Hoy queremos explicarte de dónde procede la mayoría del zinc que se utiliza para reciclar.
Reciclar zinc, ¿por qué?
Porque, como ya hemos dicho, el zinc puede reciclarse en su totalidad. Podemos darle una nueva vida sin que por ello pierda ninguna de sus propiedades físicas y químicas.
Actualmente, aproximadamente el 30% del zinc que se usa es reciclado. El 70% restante procede de las minas.
Con el tiempo se han ido perfeccionando los procesos de reciclaje. Esto ha alcanzado un nivel tan superior que, a día de hoy, se recicla el 90% de este metal.
Zinc y medio ambiente
El zinc es un material muy presente en nuestra vida diaria. Se usa sobre todo para proteger el acero de la corrosión mediante galvanizado en caliente. El acero aumenta su durabilidad gracias al zinc y ambos son 100% reciclables. Recordemos que, además, el acero es el material más reciclado del mundo.
En el caso del zinc, se puede reutilizar en todas las etapas de su producción. Puede proceder del galvanizado, de otras piezas de zinc o del polvo de zinc que se filtra por los hornos en las acerías.
La vida útil de los productos fabricados con zinc oscila entre los 10 y los 15 años en el caso de automóviles o electrodomésticos. Las láminas de zinc utilizadas en los techos, pueden durar en buen estado hasta los 100 años.
También se puede obtener zinc para reciclar de las farolas hechas de acero recubierto de este metal.
Respecto a su incidencia en el medio ambiente, el medio acuático generalmente se contamina con grandes cantidades de zinc. Se debe a los vertidos de las plantas industriales. Esto genera la presencia de fangos contaminados en las orillas de los ríos. También produce la acidificación de las aguas superficiales.
Algunos peces acumulan zinc en sus órganos, pudiendo transmitirlos a las personas a través de la cadena alimenticia.
En el suelo, el zinc tiene un efecto tóxico sobre las plantas. Impide su crecimiento y desarrollo. También limita sus condiciones de supervivencia. En el caso de la actividad biológica del suelo, influye negativamente en los procesos vitales de microorganismos y lombrices.
¿De dónde se obtiene el zinc que se recicla?
Aunque en el punto anterior ya has conocido varios de los elementos de los que se obtiene zinc, estas son las principales fuentes:
- Chatarra de productos de latón.
- Chatarra de galvanizado
- Chatarra de piezas de zinc
- Polvo de zinc filtrado por los hornos de las acerías
Podemos deducir por lo tanto que, la mayoría de residuos de los que obtenemos zinc para reciclar, provienen de: procesos de fabricación y productos obsoletos. Como referentes en la gestión de residuos en Madrid, podemos asesorarte ante cualquier duda que te surja en este aspecto, gracias a nuestro equipo experto en el sector.